Hola chicos/as:
Esta publicación va a tratar sobre los cuentos que podemos contar a los peques sobre una manera didáctica tratan de la humildad y el ingenio.
EL PINGÜINO Y EL
CANGURO
Había una vez un canguro que era un auténtico campeón de las
carreras, pero al que el éxito había vuelto vanidoso, burlón y antipático. La
principal víctima de sus burlas era un pequeño pingüino, al que su andar lento
y torpe impedía siquiera acabar las carreras.
Un día el zorro, el encargado de organizarlas, publicó en
todas partes que su favorito para la siguiente carrera era el pobre pingüino.
Todos pensaban que era una broma, pero aún así el vanidoso canguro se enfadó
muchísimo, y sus burlas contra el pingüino se intensificaron. Éste no quería
participar, pero era costumbre que todos lo hicieran, así que el día de la
carrera se unió al grupo que siguió al zorro hasta el lugar de inicio. El zorro
los guió montaña arriba durante un buen rato, siempre con las mofas sobre el
pingüino, sobre que si bajaría rondando o resbalando sobre su barriga...
Pero cuando llegaron a la cima, todos callaron. La cima de
la montaña era un cráter que había rellenado un gran lago. Entonces el zorro
dio la señal de salida diciendo: "La carrera es cruzar hasta el otro
lado". El pingüino, emocionado, corrió torpemente a la orilla, pero una
vez en el agua, su velocidad era insuperable, y ganó con una gran diferencia,
mientras el canguro apenas consiguió llegar a la otra orilla, lloroso,
humillado y medio ahogado.
Y aunque parecía que el pingüino le esperaba para
devolverle las burlas, este había aprendido de su sufrimiento, y en lugar de
devolvérselas, se ofreció a enseñarle a nadar.
Aquel día todos se divirtieron de lo lindo jugando en el
lago. Pero el que más lo hizo fue el zorro, que con su ingenio había conseguido
bajarle los humos al vanidoso canguro.
Autor: Pedro Pablo Sacristán
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